9 de marzo de 2010

Una visita al I.E.S. Padre Suárez de Granada en 80 fotos y un video.


El pasado día 5 de marzo tuvimos la suerte de visitar el museo científico del Instituto Padre Suárez de Granada y conocer a su director D. Luís Castellón Serrano.


El Instituto Padre Suárez se fundó hace 165 años, al mismo tiempo que el Bárbara de Braganza (1845). Sin embargo los avatares a lo largo de los años no han sido los mismos para estos dos institutos coetáneos, como pudimos darnos cuenta nada más comenzar la visita. Las circunstancias y seguramente la labor abnegada de muchos profesores y alumnos han favorecido mucho más al Instituto granadino.


D. Luis Castellón nos recibió en la base de la imponente escalera principal del bello edificio de principio siglo XX y nos condujo rápidamente al piso inferior que el que ocupa el museo, al abrigo del bullicio de las clases.

Empezamos la visita por un pasillo que conduce a tres grandes salas. El pasillo contiene colecciones de rocas y minerales de gran valor y una gran cantidad de frascos con animales conservados en líquidos como formol o alcohol para evitar su putrefacción.

Ya estábamos con la boca abierta por la cantidad y calidad de lo que podíamos apreciar del primer vistazo cuando nos llevó a la sala de zoología donde disfrutamos de lo lindo viendo animales disecados como en el mejor museo europeo de Ciencia: el tigre, el lince, el orangután con su cría, el perezoso, el pez volador, el cordero con dos cabezas, los marsupiales,… y una gran cantidad de moluscos. También especies hoy en día extintas como el quebrantahuesos de Sierra Nevada.



Después pasamos a la sala de arqueología científica en la que se exponen con mucho gusto una colección increíble de maquetas de lo más variopinto de seres vivos y órganos humanos de papel maché realizados por el doctor Auzoux en el siglo XIX y de las que este museo conserva nada menos que 42. La joya del museo es un impresionante modelo de perca desmontable de más de un metro de longitud. D. Luis nos deleitó con las explicaciones sobre los modelos del sistema nervioso central humano, de gasterópodo y de huevo de ave? con las fases del desarrollo embrionario.




Pero esta sala tenía muchas más sorpresas. Las cajas del doctor Kagerah (un total de 19), aparatos de observación científica, microscopios, estereoscopios, etc.

Después visitamos la sala de Paleontología ordenada por eras con una gran cantidad y calidad de fósiles. También tiene una importante colección de semillas.

Para finalizar nos mostró la sala de Física y Química del museo y los aparatos de proyección antiguos.


Para entonces ya nos habíamos dado cuenta que el entusiasmo de D. Luis Castellón era contagioso y nos imaginábamos un Bárbara de Braganza con un museo científico algo más modesto pero igual de interesante.

Nos despedimos de D. Luis ya en las calles de Granada donde tuvo la amabilidad de enseñarnos algunos de los encantos de la ciudad.

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