20 de marzo de 2010

Taxidermia

 

La taxidermia es el arte de disecar animales para conservarlos con apariencia de vivos, con el objetivo de facilitar su estudio, exhibición o conservación. Este proceso implica retirar la piel del animal, eliminar los órganos internos, rellenar la estructura con material adecuado y montar la piel sobre un esqueleto o estructura artificial para recrear la forma y postura del animal

Históricamente ha sido un instrumento muy útil para el estudio de las Ciencias Naturales. Antiguamente los institutos no contaban con filmaciones, y los dibujos y fotografías muchas veces no daban sensación del aspecto real del animal.

Los museos científicos, desde antiguo, han contado con una gran cantidad de animales disecados como herramientas didáctica para la enseñanza de la Biología.  

 
 
En un principio, la disección de los animales era un proceso totalmente artesanal, los animales eras desollados y el esqueleto y sobretodo el cráneo se limpiaba y servía de armazón para el montaje de la pieza. Las vísceras eran sustituidas por relleno de virutas de madera o fibra vegetal. El conjunto se sustentaba con un armazón de madera o alambre. El taxidermista era un auténtico artista que esculpía con materiales muy simples una estructura donde montaba la piel que previamente había sido curtida para evitar su deterioro.

Actualmente se trabaja más con moldes de poliuretano prefabricados que facilitan la labor del taxidermista y permiten una gran fidelidad al aspecto natural del animal. Es así como se consiguen una gran variedad de posturas diferentes de los animales disecados. El taxidermista, después de preparar la piel,  monta el animal en mucho menos tiempo.

En cualquier caso la técnica de la taxidermia requiere un gran sentido artístico y una gran paciencia para conseguir “devolver a la vida” estos cadáveres de animales.

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